martes, 11 de enero de 2011

"Eleri Ipin"

Elérí Ìpín (testigo de la elección del destino de cada hombre)

Nosotros elegimos nuestros destinos en el cielo bajo la supervisión de nuestros ancestros pero cuando llegamos a la Tierra nosotros llegamos a ser impacientes.

Òrúnmìlà es realmente el comunicador de los deseos de los dioses. También, un intermediario para Ori, quien lo denomina Elérí Ìpín (testigo de la elección del destino de cada hombre) debido a que Òrúnmìlà está presente en el cielo cuando cada hombre elige su destino y así Òrúnmìlà a través de Ifá comunica a cada persona en la tierra los deseos de su Ori, podemos decir que una persona cuando se consulta está escuchando todos los deseos de su Ori y de otros dioses, comunicando los sacrificios o soluciones pertinentes. La función de los dioses es la de ayudar a Ori para que este guie a cada persona en el destino de su vida.

Los poderes sobrenaturales están divididos en dos tipos, los positivos y los negativos. Los poderes positivos a su vez están divididos en dos, uno son los Òrìsàs (Dioses) y los otros los Ancestros (Orún). Los poderes positivos ayudan y guían al hombre en su vida diaria, estos incluso pueden llegar a estar molestos con los hombres si estos descuidan sus deberes tanto hacia otros hombres como hacia los propios poderes sobrenaturales. A través de Òrúnmìlà tanto los dioses como los ancestros nos comunican el cómo y el porqué (la razón) del enfado o molestias que estos tienen con los hombres.

Cuando ellos están "enfadados" siempre podremos reconciliarnos con el correspondiente sacrificio. Generalmente podemos decir que tanto los dioses como los ancestros no trabajan en contra de los hombres sino que estos miran por los intereses de los mismos y son estimados y considerados como amigos, protegiéndonos de los poderes sobrenaturales negativos. Así como, los poderes positivos se dividen en dos lo mismo ocurre con los negativos, en los cuales encontramos dos tipos los cuales son denominados como: Ajogun (poderes belicosos enemigos del hombre) y Eniyan ó Eleye (denominados comúnmente Brujas). Así como los poderes positivos trabajan a favor del hombre los poderes negativos juegan el papel inverso parando temporalmente la realización del destino del ser humano.

Entre los Ajogun, podemos mencionar a: La más importante que podemos encontrar es Iku (la muerte) quien es responsable de poner fin a la vida del hombre, Arun (la enfermedad) quien es responsable de las desgracias y enfermedades del hombre, Egba (invalidez) quien trae la parálisis al hombre y por último Ofo (pérdida) quien destruye o se lleva la prosperidad fuera de la vida del hombre. Estos Ajogun trabajan en contra de todos y cada uno de los intereses del hombre a todas horas y continuamente, sin embargo los Ajogun pueden ser reconciliados con sacrificios.

Ahora, nos referimos a otro poder negativo Los Eniyan los cuales son conocidos, como Eleye (pájaros) debido a que ellos creen ser capaces de asumir la forma de un pájaro siempre que ellos necesiten trabajar en contra de los intereses del hombre.). Los Eniyan no tienen otro propósito que el de destruir a los hombres y sus propiedades, ante esto podríamos decir que son enemigos constantes del hombre. Triste es decir que contra los Eniyan apenas hay cosas para defenderse, un sacrificio apenas puede ayudarnos cuando ellos están listos para herir. La acción más efectiva que tiene Un hombre frente a esa fuerza destructora de los Eniyan es su Ori.

Los correspondientes conflictos existentes entre los poderes positivos y los negativos los encontraremos en algunos Ese Ifá. La traviesa figura de Èsú aparece muchas veces entre los poderes positivos y los negativos.

Èsú es considerado por los Yorubas como el dios que utiliza y se mueve mediante el uso de la astucia y falsedad dependiendo de que nos favorezca o no. Aunque Èsú pueda ser considerado que se encuentra en la zona de los dioses, no siempre realiza favores a estos. Una de las historias que habla de la forma de ser de Èsú y lo que explicamos a continuación la tenemos en un Itan que nos cuenta donde en un tiempo los Òrìsàs no recibían ofrenda alguna, por lo que siempre estaban hambrientos. Ante este motivo Èsú creó una serpiente, la colocó en un camino muy transitado del mercado y le ordenó que mordiera a todos los que por allí pasaban si al pedirles algo no se lo daban. De ahí proviene una frase Yorubas la cual traducida nos dice así: "dame algo o te morderé" Esta frase en su sentido real nos dice que siempre y cuando tengamos contentos a Èsú este siempre nos estará favoreciendo.

Èsú se encuentra siempre preparado para de alguna forma siempre favorecer al hombre, maneja pues a su antojo los poderes sobrenaturales sean estos positivos o negativos y esto se puede influenciar en mayor o menor medida si se han realizado los sacrificios pertinentes los cuales son prescritos a través de un registro consulta de Ifá .

Por último, el tipo de Ori que elige una persona en particular sólo lo sabe el mismo, así ocurre con cada uno de los seres humanos. En esta decisión se encuentra como único testigo Òrúnmìlà, en el acto de decidir nuestro destino y acorde al tipo de Ori que eligió en su momento, es de aquí de donde parte la necesidad de cada persona de consultar a Òrúnmìlà desde el inicio de los tiempos

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